Si bien Brasil es un país enorme y las diferentes regiones tienen diferencias notables en términos de calidad de vida, ingresos, clima y cultura, analicemos, en general, cuáles son los pros y contras de vivir en Brasil.
Actualmente, el país está saliendo lentamente de la crisis de los últimos años que provocó una caída del PIB del 10%. Sin embargo, Brasil sigue siendo una gran potencia económica, (la novena economía más grande del mundo), pero encontrar trabajo para un extranjero no es fácil. Y si no tiene calificaciones, es mejor dejarlo ir.
La tributación en Brasil es bastante alta, (los impuestos rondan el 40%). Ten preparado para pagar estas tarifas sin obtener mucho a cambio. Cuando estés enfermo, tendrás que pagar un médico privado y cuando tu hijo esté en edad escolar, prepárate para pagar una escuela privada, ya que los servicios públicos que se ofrecen (salud, escuela) son deficientes.
Los brasileños son personas cálidas, abiertas, amigables y serviciales, es posible que los encuentre incluso más acogedores que los latinos. Los brasileños son uno de los pueblos más amigables de la Tierra. Pero para integrarse de verdad será necesario saber portugués. Si vives un tiempo en Brasil, es poco probable que te vayas sin hacer amigos.
Los brasileños son en su mayoría bondadosos con muy poca noción del concepto de espacio personal y privacidad.
Brasil, contrariamente a lo que cabría esperar, no es un país muy tolerante. Los homosexuales son asesinados todos los días y el Islam es equivalente a terrorismo para muchos brasileños, y no es aceptado en absoluto. Las comunidades gay enfrentan una discriminación significativa. Los ateos son una minoría considerable pero irritan a los cristianos.
La vida en Brasil fluye lentamente y sin estrés. Las personas son extremadamente relajadas y, en muchos casos, no están atentas a los detalles ni a hacer las cosas de manera adecuada o precisa. Se deja mucho a la superficialidad y la improvisación. Basta ver cómo se construyen algunas cosas, cómo se gestiona la limpieza de las ciudades y cómo se planifica el tráfico.
Las motos circulan por todas partes provocando accidentes todos los días. Las carreteras son una mezcla loca de coches, autobuses y motos que viajan sin reglas. Con un número exagerado de personas que son atropelladas por un coche, todos los días.
Los únicos lugares donde las cosas se manejan sin problemas y a la perfección son las áreas habitadas o frecuentadas por personas adineradas a las que aparentemente no les molesta el hecho de que el resto de la ciudad está sucio y mal mantenido a diferencia de su vecindario. Esta mentalidad es sintomática de un alto grado de «clasismo». Es decir, discriminación basada en la pertenencia o no a una determinada clase social.
Lo fascinante del estilo de vida brasileño es que independientemente de si tienen ingresos altos o bajos, los brasileños son personas realmente divertidas, amantes de las fiestas, la buena música, el baile y en su mayoría son noctámbulos. Los brasileños, ricos o pobres, disfrutan de la vida. Nadie hace demasiadas preguntas sobre lo que depara el futuro y tienden a vivir solo en el momento presente.
Vivir en Brasil es caro. Así que para vivir bien necesitas tener un buen salario. Para ahorrar dinero, es recomendable evitar las grandes ciudades como Fortaleza, Rio, San Paolo, Salvador, Resife, etc. porque la vida aquí es mucho más cara. Pero en las grandes ciudades puedes encontrar de todo: arquitectura, maravillosos parques, museos, centros de arte, deliciosa comida, vida nocturna, fiestas, música y playas, pero para disfrutarlas necesitas un ingreso alto.
Brasil no es un país seguro. Debido a la alta desigualdad de riqueza, el alto desempleo y otros factores, el crimen es alto.
Siempre debes estar alerta. Nunca muestre nada de valor, (joyas, celular, bolso) en la calle. Además, en cada ciudad hay zonas o barrios enteros a los que no debes ir.
Los robos, atracos, tráfico de drogas y asesinatos están a la orden del día, especialmente en los grandes centros urbanos. Hay, sin embargo, algunos pueblos pequeños donde el fenómeno está casi ausente.
Cada región del país tiene un clima diferente, con variaciones incluso dentro del mismo. De todos modos, la mayoría de los lugares de Brasil tienen un clima realmente bueno y puedes ir a la playa la mayor parte del año. Durante el invierno, las temperaturas nunca son demasiado bajas.
La atención médica pública es gratuita pero claramente ineficiente debido a la falta de fondos, el despilfarro y la corrupción. Si quires tener alguna posibilidad de recibir tratamiento, deberás pagar un seguro de salud privado.
El sistema de educación pública es gratuito pero está muy por debajo de los estándares europeos, por lo que si quieres buenas escuelas, las encontrarás en el sector privado, (de pago).
Lo único que aún funciona en el servicio público son las Universidades Federales que, aunque están bajando su calidad debido a la reducción de fondos, todavía tienen un nivel decente.
La naturaleza del país es espectacular, hay hermosas playas, montañas, bosques, lagos, cascadas y ríos con algunos de los escenarios naturales más encantadores del mundo.
La comida es excelente: carnes exquisitas, pescados frescos, frutas y verduras en abundancia y buenos postres.
Vivir y trabajar en Brasil pros y contras
Vivir en Brasil, pros
- Fácil integración
- Espectaculares paisajes y naturaleza
- Vida relajada y ritmos lentos.
- Buen clima
- Poca tensión étnica o racial
- Buenas oportunidades de negocio
Vivir en Brasil, contras
- Transporte público lento e ineficiente
- Alto costo de vida
- Alto crimen
- Dificultad para encontrar trabajo.
- Servicios públicos ineficientes (escuela, salud, etc.)
- Tráfico caótico
La calidad de vida en Brasil dependerá de tus ingresos y presupuesto. Si ganas un buen sueldo, disfrutarás de un nivel de vida que te permitirá frecuentar cafés, restaurantes, conciertos, teatros, discotecas, viajar por el país, etc. Si, por el contrario, tienes bajos ingresos, te resultará difícil salir adelante.
En Brasil tendrás que lidiar con un fuerte clasismo, los pobres son considerados ciudadanos de segunda clase. La vida de un pobre no vale casi nada.
Pero la libertad, la sencillez, los abrazos, las sonrisas, la alegría de vivir, la felicidad y la hospitalidad que se encuentran en este país no tienen igual en ningún otro lugar del mundo.
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