Si ha considerado mudarse a Bélgica, debe saber cuáles son los pros y los contras de vivir en Bélgica.
Antes que nada, comencemos diciendo que Bélgica es una nación algo anómala, porque entre el norte, (Flandes) y el sur, (Valonia) hay situaciones completamente diferentes: política, comercial y lingüística. Además, Bruselas representa otra realidad diferente a las dos anteriores.
Bélgica es un estado con tres idiomas en tres áreas bien diferenciadas, (Flandes, Valonia-Bruselas y la zona alemana). Las diferentes comunidades crean una estructura estatal compleja. El estado es federal, lo que significa que cada región o comunidad tiene un conjunto de reglas diferentes que rigen las políticas de vivienda y educación. Aquellos que viven en una región y trabajan en otra experimentarán estas complicaciones en su propia piel.
Ciertamente, Bélgica ofrece buenas oportunidades de trabajo. Las mayores oportunidades de empleo se encuentran en la región de Flandes donde no falta trabajo, el idioma hablado es el flamenco, pero existe la posibilidad de trabajar sabiendo solo inglés o francés.
Existen oportunidades tanto para los trabajadores calificados como para los menos calificados. Si te adaptas a cualquier trabajo puedes continuar con solo uno de estos idiomas, pero si quieres desarrollar una carrera profesional necesitarás alcanzar al menos un nivel B2 de flamenco.
En el lugar de trabajo hay mucho respeto y profesionalidad y los avances se hacen por meritocracia más que por recomendaciones. Es cierto que sin un buen salario no se vive bien, dado que en Bélgica hay muchos gastos pero también es cierto que para los que quieren trabajar siempre hay algo que hacer.
Bruselas también ofrece varias oportunidades de trabajo. En cambio, la Región con la tasa de desempleo más baja es Valonia.
El país tiene un alto grado de civilización y un bajo índice de criminalidad, los barrios están ordenados y las calles limpias. Pero Bruselas es una excepción, se pueden encontrar zonas degradadas, sucias y abandonadas.
El Servicio de Salud es bueno y rápido desde el punto de vista burocrático y las instalaciones son de última generación. Sin embargo, los servicios deben pagarse en su totalidad y solo se reembolsarán después. Por ejemplo, una visita al médico de cabecera cuesta alrededor de 25 €. El hecho de tener que pagar al médico por adelantado hace que te evites las colas de espera pero tienes que adelantar el dinero.
Las prestaciones no se reembolsan íntegramente, por lo que es recomendable contratar un seguro médico complementario que cubra íntegramente los gastos de hospitalización. Los empleadores suelen ofrecer este seguro a quienes tienen contratos permanentes.
Los servicios de transporte público son eficientes, los autobuses, trenes y tranvías son generalmente puntuales.
La escuela pública es gratuita y de buen nivel. La administración pública también funciona muy bien, es rápida y al servicio del ciudadano. Los desempleados tienen acceso a cursos de formación e incluso estudios universitarios gratuitos.
La sociedad belga es muy fría y cerrada, especialmente los flamencos, los valones son en general más abiertos y amistosos. Al igual que sus países vecinos, Francia y los Países Bajos, Bélgica se enfrenta a una gran ola de migración desde el norte de África, Europa del Este y Turquía. Los belgas siempre han sido bastante tolerantes con los extranjeros, pero esta actitud parece haberse endurecido un poco en el último período.
La gente empieza a quejarse de que en Bélgica hay demasiados árabes, demasiados musulmanes, demasiados negros, demasiada aceptación cultural, etc. Desgraciadamente, esto empieza a revelar los primeros signos de xenofobia que lleva al desprecio por todos los extranjeros. La única forma de poder superar esta barrera y ser aceptado por la sociedad y la comunidad local es aprender el idioma. De lo contrario, correrás el riesgo de vivir durante años en el país conociendo solo compatriotas u otros extranjeros. Sin poder nunca integrarse con los lugareños.
Incluso si el belga promedio come una sopa a las 7 de la tarde y luego se acuesta después de ver un poco de televisión, en las grandes ciudades es posible salir y quedarse hasta tarde. Evidentemente no creas que estás en Madrid o Barcelona, los horarios de bares, restaurantes y tiendas siguen siendo los de una ciudad del norte de Europa y el clima infame lamentablemente no anima a salir siempre.
Bélgica tiene una de las tasas impositivas más altas del mundo. Los impuestos sobre la renta personal van hasta el 50% y más. Además de los empleados, los empleadores también están sujetos a una contribución particularmente alta.
Además, las regiones, provincias y municipios tienen algunas facultades tributarias independientes. Por ejemplo, la Región de Bruselas está compuesta por 19 municipios, y no todos tienen el mismo nivel de tributación. Dado que estos impuestos también incluyen una tasa adicional sobre la renta del trabajo, dependiendo del municipio en el que vivas estarás sujeto a una tributación diferente.
El costo de vida es bastante alto pero los salarios también son altos. Entonces mucho depende de la zona o ciudad en la que vayas a vivir.
Generalmente en Bélgica pagas por todo, (incluso los libros prestados por la biblioteca, si eres adulto). La electricidad es cara, internet cuesta un mínimo de 50€ al mes, se quieres un seguro médico, (desde 100€ al mes en adelante, dependiendo de la edad del solicitante y el grado de cobertura requerido). Las frutas y verduras tienen precios muy altos. Los cigarrillos cuestan mucho. Si necesita el servicio de algún artesano, (plomero, electricista, etc.) prepárese para desembolsar mucho dinero. Lo único que no pagas es la autopista.
Vivir y trabajar en Bélgica pros y contras
Vivir en Bélgica, pros:
- País rico
- Buonos salarios
- Presencia de muchos extranjeros para socializar
- Baja tasa de criminalidad
- Bueno servicio de salud
- Educación gratuita de buena calidad
- Administración pública eficiente
- Servicios eficientes
- Respeto a la privacidad de las personas
Vivir en Bélgica, contras:
- Dificultad de integración
- Clima horrible
- Coste de vida alto
- Alto nivel de impuestos
- Cocina que no se adapta a nuestros gustos
- Necesidad de un seguro privado
Vivir y trabajar en Bélgica, conclusiones
En conclusión, se puede decir que en Bélgica no es todo diversión y juegos, sobre todo en la fase inicial tendrás que adaptarte al país y su clima. Entender las reglas y mecanismos burocráticos. Pero si estás dispuesto a hacer sacrificios, tienes tenacidad y fuerza de voluntad, Bélgica actualmente ofrece servicios y oportunidades laborales superiores a las que se pueden encontrar en otros países.
Vivir en Bélgica significa vivir en un país moderno pero también en un país con muchas contradicciones que lo convierten en un país civilizado pero, al mismo tiempo, no tan rígido como podría ser un país escandinavo y por lo tanto más adecuado a nuestra mentalidad latina.