Salzburgo se encuentra en la frontera entre Austria y Alemania. La ciudad, atravesada por el río Salzach, fue el lugar de nacimiento del gran Wolfgang Amadeus Mozart. Muchos, atraídos por su belleza, quisieran vivir e trabajar en Salzburgo.
A lo largo de su milenaria historia, gracias a sus salinas, fortaleza invencible y su condición de propiedad de la Iglesia, siempre se ha mantenido al margen de guerras y conflictos. Salzburgo fue en Europa lo que Dubai es hoy para el mundo. El dinero nunca ha sido un problema aquí y Salzburgo ofrece una de las mejores calidades de vida de Europa.
La ciudad es lo suficientemente grande como para ofrecer todo lo que ofrece una gran ciudad, pero lo suficientemente pequeña como para sentirse in un pueblo tranquilo y silencioso.
Para los amantes de la naturaleza es una ciudad perfecta ya que se encuentra muy cerca de bellos entornos naturales. La ciudad está rodeada de montañas y lagos alpinos y hay muchas oportunidades para practicar deportes de aventura como el senderismo, el esquí y otras actividades similares.
Salzburgo es famoso por sus teatros de ópera y música clásica. Notable es la calidad y cantidad de actividades recreativas que se ofrecen en este sentido. A lo largo del año se programan un gran número de eventos musicales.
La ciudad se llena de gente en el verano y alrededor de Navidad. Personas de todo el mundo acuden a las estrechas callejuelas del centro. Pero si la multitud te molesta, aún puedes optar por dar un paseo por los bosques que rodean la ciudad o simplemente doblar la esquina, saliendo del circuito turístico, y encontrarte caminando en completa soledad.
Uno de los aspectos negativos de Salzburgo es el alto costo de vida. La ciudad tiene precios que superan incluso a los de Viena. Entonces, si planeas mudarse, prepárate para venir con fondos suficientes para financiar tus gastos iniciales, principalmente el costo del alquiler.
Los alimentos y las necesidades básicas son más caros en Salzburgo y Austria que en la vecina Alemania. Los alquileres, en cambio, dependen de la ciudad.
La ciudad no es muy grande, la bicicleta es la mejor manera de moverse. El transporte público no es muy bueno, aunque hay un sistema de autobuses que cubre toda la ciudad.
Al ser una ciudad pequeña, Salzburgo tiene algunos elementos en los que supera a la propia Viena en cuanto a calidad de vida. Por ejemplo, la seguridad: cuando paseas por sus calles, siempre te sientes completamente seguro. Un dato reconfortante para los inmigrantes, ya que los accidentes desagradables por motivos de origen, raza o religión son casi nulos.
Lo primero que llama la atención es la gran cantidad de bicicletas que se dejan aparcadas por doquier, con la certeza de que nadie se las va a robar.
El clima, por otro lado, es un problema. Imagina vivir en un lugar donde llueve nueve meses al año (en promedio 15 días al mes), mientras que los tres meses restantes todo está cubierto de nieve.
La gran ventaja de vivir e trabajar en Salzburgo, son las oportunidades laborales que ofrece. La tasa de desempleo juvenil es sólo del 4,5%.
Sin embargo, existe el problema de la barrera del idioma, para trabajar tendrás que saber alemán. Salvo que trabajas en el sector informático o para alguna empresa internacional como la famosa Red Bull, donde el inglés es suficiente en otros casos, al no saber el idioma corres el riesgo de acabar en lugares donde te explotan.
Una vez allí es posible encontrar trabajo incluso solo con inglés, en algunos cafés, bares, hostales, especialmente en los centros turísticos alrededor de Salzburgo, (Kitzbühel, Saalbach, Kaprun, Obertauern, Kitzsteinhorn), como limpiador o ayudante de cocina, etc.
En conclusión, Salzburgo es una ciudad tranquila, segura, limpia, donde puedes ir fácilmente a todas partes en bicicleta, pero sigue siendo un centro pequeño donde no encuentras tantas oportunidades como en las grandes ciudades como Munich o Viena. Además, incluso la vida social puede eventualmente volverse un poco repetitiva y aburrida.